lunes, 22 de abril de 2013

Mi orgullo



Empecé a ver los coches de forma dispersa. Ponía la tele a la hora de comer los domingos y ahí estaban, dando vueltas a un circuito más veces de las necesarias para ver quien era el campeón. Tengo recuerdos de otras actividades y sucesos que ocurrían mientras los coches estaban de fondo. Pero en 2009 algo me llamó la atención. No era ni siquiera esas impresionantes flechas negras y doradas que son ahora mi debilidad: los Lotus. En la temporada 2009 no existía la escuderia Lotus. Existían aquellos horripilantes coches celestes y amarillos (que encima luego degenerararon aun más a coches amarillos y blancos) que eran el equipo Renault, donde corría un tal Fernando Alonso, campeón del mundo en 2005, por el que toda España ya empezaba a sentir algo así como devoción enfermiza. Pequeño Kit Kat de información curiosa: aquel año, había un Romain Grosjean era piloto probador y suplente en Renault. Pero no fue Romain mi elemento Lotus fetiche por aquella época tampoco.

Curiosamente lo que me llamó la atención fue un Ferrari, esa manchita roja que adelantaba como loco, corría como un condenado y fuera cual fuera su resultado final en puntos o puesto, me hacía disfrutar con toda la ilusión de una máquina imparable bien dominada por alguien muy capaz, poseedor de un instinto único, una rapidez mental para tomar decisiones adecuadas y unos reflejos como no he visto a otro ser humano lucir en la vida. Y eso que tardé un buen tiempo en ver a mi super hombre idolatrado sin el casco. Todo mejoró después, cuando empecé a escucharle hablar en entrevistas ("hablar" en escueto, corto, conciso, claro, cortante) y demostrar su filosofia de vida; como cuando despues de estampar el coche contra un muro en Mónaco (2006), se bajó, cruzó la calle, saltó una valla y directamente se fue a tumbar en su yate y que se apañen los que sigan corriendo como bien les plazca. O el día del helado (eso si fue en 2009), mientras sus 22 compañeros aguantaban como tontos metidos en el coche durante 50 minutos bajo un paraguas y un mar de lluvia, aquí el chico listo decidió que se estaba mucho más cómodo en el garaje, con su ropa normal y comiéndose un Magnum. Uno que sabe de la vida y no los otros, por favor. Además, al final, tenía él toda la razón y la carrera se suspendió. Y yo pensé "Este tío mola más de lo que debe!!!"

Y desde entonces. Cuando él se marchó a los rallies (temporada 2010 y la 2011), la F1 perdió su gracia en mi opinión. Pero por suerte, la velocidad es una droga y los rallies son emocionantes, pero un monoplaza a 300 kms por hora en una pista perfectamente acondicionada para practicamente volar, siempre tira más. En 2012 volvió y para mi ha sido el mejor año! Corrijo, fue el mejor año pero este lo va a superar. Es una intuición. 67 puntos (2º puesto en el mundial) son un buen presentimiento, pero como apuntaba anteriormente, los números no son tan importantes, lo es la emoción. Ese buen puesto en China sin hocico en el coche, esa sorpresa en Australia con menos paradas que nadie, esa remontada en Bahrein... espectacular.

Y aún hay gente que no entiende porque le admiro, porque le defiendo, porque es mi favorito. O peor, aún hay gente que cree que me gusta para llevar la contraria a los alonsistas desenfrenados... o que me gusta porque es guapo. En fin, no esta hecha la miel para la boca del asno y Kimi no esta ahi para complacer a los idiotas, como ha demostrado con cada gesto que adoro y que a los demás les irrita. Como seguro que piensa él, es problema ajeno, la vida se ve mejor disfrutando de un buen helado. Yo disfruto de Mr Iceman y espero que vaya para largo!

Foto: 2009 y 2013 ^_^

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