jueves, 17 de enero de 2013
Helada contradicción
Soy una amante absoluta de la nieve. Me gusta vivir entre nieve. Se andar en la nieve, conducir con ella, apañarme, salir a tocarla, a jugar con ella y a disfrutar de esa esponjosidad, ese brillo, el sonido al prensarla, el vaho que suele salir en su alrededor y por supuesto el frescor que desprende. Amo la nieve, soy feliz cuando aparece y cae.
Pero esta semana me esta dando mucho dolor de cabeza que no deje de nevar y cuando no nieva, la nieve previa se convierte en estas fascinantes pistas de patinaje en aceras, asfalto y demas superficies. Ya manejo el tema de caminar cuesta arriba y abajo por resbaladizos caminos a cualquier parte. Ahora solo espero que mi amigo el chucu-chu y mi archirrival el volador se porten bien el sabado y a pesar de las inclemencias meteorológicas me lleven a mi casa sin dar más problemas.
Me gustaría decir que el próximo informe será en el nuevo destino. Crucemos los dedos, si la nieve lo permite!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario