domingo, 31 de marzo de 2013

CICLO TEMÁTICO: Gandalf / Ian McKellen




EXTRA V


Gandalf es un personaje ficticio perteneciente al legendarium del escritor británico J. R. R. Tolkien. Es uno de los principales personajes de las novelas El hobbit y El Señor de los Anillos, aunque también aparece en El Silmarillion, donde se narran sus orígenes. Es conocido por muchos nombres en la Tierra Media; según sus propias palabras: «Mithrandir entre los elfos, Tharkún para los enanos; Olórin era en mi juventud en el Oeste que nadie recuerda, Incánus en el Sur, Gandalf en el Norte; al Este nunca voy».
Es un istar (‘mago’), uno de los espíritus maia enviados a la Tierra Media durante la Tercera Edad del Sol para ayudar a sus habitantes en la lucha contra el «señor oscuro» Sauron.
Como todos los Istari estaba confinado en la frágil forma de un anciano, encorvado e inquieto, de cabellos canos y larga barba. Vestido con una túnica gris, sombrero azul de punta y bufanda plateada, portaba una vara astillada. Aunque no tenía residencia fija, prefería viajar al Oeste de la Tierra Media. Recibido por los elfos con amor y respeto, lo reconocían como a uno de los suyos, mientras los hombres eran más ambivalentes, manifestando miedo e incluso hostilidad abierta. En la aventura contada en El hobbit, Gandalf organiza y acompaña a la expedición aventurera de Bilbo Bolsón y los trece enanos en Erebor, la Montaña Solitaria, para recuperar los tesoros arrebatados por el dragón Smaug. En esta aventura Gandalf encuentra la espada élfica Glamdring, siendo esta la hoja que blandió el Rey de Gondolin. Bilbo encuentra a su vez el Anillo Único cerca de la caverna de Gollum.
Cuando la maldad crece en el Bosque Negro, participa en el Concilio Blanco para luchar contra el Nigromante, que resultó ser el propio Sauron. Esto es descubierto por Gandalf al entrar secretamente en Dol Guldur con gran peligro. Galadriel deseaba que Gandalf fuera el líder del Concilio, pero él no quería estar atado a nada que no fuera a quienes lo enviaron, entonces Saruman se convirtió en cabeza del Concilio. Tras varias reuniones, los Sabios finalmente unieron sus fuerzas y expulsaron a Sauron del Bosque Negro, quien, fingiendo huir, se estableció en Mordor.
En El Señor de los Anillos, Gandalf desempeña un papel fundamental, dirigiendo gran parte de las acciones de los protagonistas. Tras descubrir que el anillo de Bilbo es el Anillo Único, le urge que se lo entregue a su sobrino, Frodo Bolsón y a éste a emprender camino hacia Rivendel para poner el Anillo a salvo. Frodo decide partir el día de su cumpleaños número 51, Gandalf le dice que ira en busca de noticias, pero promete volver para acompañarlo. En su viaje se encuentra con Radagast el Pardo, que lo buscaba para comunicarle que Saruman le ofrecía su consejo. Al escuchar eso decide partir hacia la residencia de Saruman en Isengard, pidiendo a Radagast que diga a las aves que lleven todas las noticias allí y se la comuniquen a los magos. Es recibido por Saruman y conducido a la torre de Orthanc, entonces descubre su alianza con Sauron, ofreciéndole que haga lo mismo, pero rechaza la oferta y es apresado en lo alto de la torre. Cuando la gran águila Gwaihir llega para comunicar las noticias, Gandalf le pide ayuda y escapa yendo hacia Edoras, dominio del rey Théoden, quien lo invita a que se vaya y elija el caballo que quisiera, ahí encuentra a Sombragris, quien en más le sería siempre fiel. En Rivendel se encuentra finalmente con Frodo y tiene lugar el Concilio de Elrond, en el cual se determina, en gran medida gracias a Gandalf, que el Anillo ha de ser destruido en el Monte del Destino. Así, se forma para ello la Comunidad del Anillo. Gandalf se convierte en el guía de la Comunidad. En el segundo de los libros del primer tomo, Gandalf el Gris se enfrenta a un Balrog en las minas de Moria, cayendo ambos en un abismo y permitiendo así a la Compañía del Anillo escapar y proseguir su camino. Gandalf combate con el Balrog mientras caen, yendo desde las profundidades de Moria hasta la cima del Zirak-Zigil, pareciendo que una tormenta se hubiera desatado en la cumbre de la montaña. El Balrog finalmente cae por la ladera y el cuerpo del mago queda sin vida en la cima.
Su espíritu viaja más allá del mundo, donde es fortalecido y enviado de vuelta a la Tierra Media para continuar su lucha contra Sauron. Nuevamente Gwaihir permite que lo monte y lo lleva a Lórien, donde es vestido con el blanco atuendo de los más altos, convirtiéndose en Gandalf el Blanco. Teniendo la misma personalidad, pero con poderes y sabiduría acrecentados. El cambio de color es significativo pues su destino es reemplazar a Saruman tras la alianza de éste con Sauron. En cierto sentido Gandalf el Blanco es Saruman, pero como éste debió haber sido. Tras encontrarse de nuevo con sus compañeros en el Bosque de Fangorn, viaja a de nuevo a Edoras, donde libera al rey Théoden de su inacción y postración debido a su consejero Grima, y lo insta a tomar las armas y el liderazgo de su pueblo. Mientras el pueblo de Rohan se refugia en el Abismo de Helm, Gandalf va en busca de los rezagados del ejército del Oeste, liderado por Erkenbrand y Grimbold para así formar parte junto con su ejército de la batalla que se produce en el Abismo de Helm contra las fuerzas de Saruman. Posteriormente va a Isengard para hablar con él, para pedirle información sobre Sauron y su vara de mago hasta que sea digno de volver a tenerla, a lo que Saruman se niega y entonces Gandalf la quiebra. Allí recoge la Palantir arrojada por Gríma Lengua de Serpiente, de camino al Abismo de Helm, Pippin le roba a Gandalf la piedra y la observa exponiéndose a la peligrosa mirada de Sauron, pero Gandalf consigue salvarlo a tiempo.
Después marcha a Gondor con Pippin, para informar al Senescal Denethor de la muerte de Boromir y advertirle del peligro que supone Sauron y de la guerra que se avecina. Participa también en la defensa de la ciudad de Minas Tirith, donde se enfrenta al Rey Brujo de los Nazgûl, deteniéndolo hasta la llegada del ejército de Rohan. Lucha en la batalla final ante la Puerta Negra de Mordor, y les anuncia a los Hombres del Oeste la victoria y la caída de Barad-dûr. Pide que las Águilas vayan al rescate de Frodo y Sam, perdidos en la tempestad de Mordor. Finalmente, corona solemnemente a Aragorn como Rey del Oeste a las puertas de Minas Tirith.
Tras la Guerra del Anillo, cabalgó con los demás Portadores de los Anillos a Mithlond y allí, a bordo de un barco élfico, regresó con ellos al Reino Bendecido.




Sir Ian Murray McKellen, (n. Burnley, Lancashire; 25 de mayo de 1939), es un actor británico de teatro y cine, nominado al Óscar en dos ocasiones y ganador de los premios Globo de Oro y Tony. Su labor ha abarcado géneros de Shakespeare y moderno teatro popular a la fantasía y ciencia ficción. Sus papeles más conocidos han sido en obras de teatro de Shakespeare o en películas de gran éxito, como las trilogías de X-Men, El Señor de los Anillos y El hobbit.
Es abiertamente gay y un conocido activista en favor de los derechos de los homosexuales, siendo uno de los miembros fundadores de Stonewall, una de las organizaciones de derechos LGBT más influyentes del Reino Unido, de la cual sigue siendo un portavoz destacado. En 1991, la reina Isabel II de Inglaterra le nombró Caballero del Imperio Británico.
Aunque nació en Burnley, McKellen pasó la mayor parte de su infancia en la localidad de Wigan, acudiendo más tarde a la Bolton School. Sus cuatro primeros años de vida transcurrieron bajo la amenaza de los bombardeos nazis de la Segunda Guerra Mundial, que según sus propias declaraciones, tuvieron un fuerte impacto psicológico en él. Estudió en la Bolton School, en el área metropolitana de Mánchester, y más tarde terminó sus estudios de interpretación en la Universidad de Cambridge.
La familia McKellen profesaba una fuertemente arraigada fe cristiana, aunque no excesivamente puritana. Su madre (Margery Lois) falleció teniendo él 12 años y su padre (Denis Murray) se volvió a casar. Éste falleció cuando Ian contaba con 24 años, tras lo cual siguió manteniendo una buena relación con su madrastra, a la que confesó su homosexualidad. Según las palabras de McKellen, la viuda de su padre se mostró más contenta que disgustada, ya que sabía que Ian había dejado de mentir sobre su orientación sexual.
Comenzó una relación con su primer compañero sentimental, Brian Taylor, en 1964, con quien vivió en Londres hasta 1972, cuando la relación terminó. En 1978 conoció al hombre con el que tendría su segunda relación seria en el Festival de Edimburgo. Su nombre era Sean Mathias, también actor, y tuvieron una relación algo agitada. Sus discusiones parecían tener muchas veces su raíz en la, por alguna razón, menos aclamada carrera de Mathias, que achacaba su poco éxito a su relación con Ian McKellen; aun así, también reconocía que él había intentado ayudarle siempre. Esta relación duró 10 años.
Hizo su debut en la ciudad inglesa de Coventry en 1961. Su debut en West End, el equivalente londinense al Broadway neoyorquino, fue tres años más tarde. Cuando ya era conocido en el teatro inglés, hizo algunas apariciones en televisión y cine. Pero el papel que realmente le dio la fama fue su caracterización de Eduardo II de Inglaterra, en la obra Edward II, del autor del siglo XVI Christopher Marlowe.
En 1972, cofundó junto a su amigo Edward Petherbridge la Actors Company, lo que le convirtió, a los ojos de los actores de su país, en algo parecido a un portavoz oficial. Entre los años 1974 y 1978, creció considerablemente su reputación como actor, al ingresar en la Royal Shakespeare Company. Allí protagonizó obras como Romeo y Julieta, Macbeth y El alquimista, escrita por Ben Jonson.
Más tarde, en 1979, protagonizó en Broadway, en la Ciudad de Nueva York, la obra Bent, que hablaba de la persecución de los homosexuales en la Alemania Nazi. McKellen todavía no había hecho pública su orientación sexual, por lo que dudó en principio si aceptar o no el papel. Finalmente, Sean Mathias, su pareja por entonces, le instó a que lo hiciese. Años más tarde (1990), McKellen volvió a protagonizar esa obra, esta vez en Londres, y tuvo una pequeña actuación en su adaptación al cine en 1997; en ambas ocasiones actuó bajo la dirección del susodicho Sean Mathias, ya tras haber hecho pública su homosexualidad.
Broadway le brindó una nueva oportunidad de éxito al conseguir el papel del músico del Clasicismo Antonio Salieri, en la obra Amadeus (que comenzó en 1980), la cual trataba sobre la vida de Wolfgang Amadeus Mozart. Gracias a este papel consiguió un Premio Tony, uno de los más prestigiosos del teatro estadounidense. Otros trabajos suyos en los Estados Unidos le dieron a conocer parcialmente en ese país, donde la mayoría de la gente aún no había oído hablar de él. Así, en 1982 participó en la televisión estadounidense, interpretando a una persona con problemas mentales en Walter.
Otras de sus apariciones teatrales de relevancia fueron en Ricardo III (1969), Hamlet (1970), Las tres hermanas (1978), Otelo (1989), Tío Vania (1992), El enemigo del pueblo (1998), Rey Lear (2008), Esperando a Godot (2009) etc.
McKellen ha trabajado en el cine durante toda su carrera como actor desde 1966. Sin embargo, fue en los años 1990 cuando sus apariciones comenzaron a ser más reseñables y significativas, con participaciones en proyectos que consiguieron éxito mundial, incluyendo películas como Sacerdote del amor (1981), Walter (1982), The Keep (1983), Plenty (1985) y Cold Comfort Farm (1995). Su carrera siguió en cualquier caso supeditada a las más de 250 obras de teatro en las que ha actuado a lo largo de casi cincuenta años. Una de ellas, Ricardo III de William Shakespeare, se estrenó en el National Theatre de Londres, fue de gira por Europa y Estados Unidos y la adaptó al cine el propio McKellen, que ganó por este papel el premio Félix al mejor actor europeo del año en 1996 y una nominación al Globo de Oro. La película fue dirigida por Richard Loncraine.
En 1993, McKellen interpretó un papel secundario en Seis grados de separación, donde trabajó junto a Donald Sutherland, Will Smith y Stockard Channing; pero su salto al panorama internacional fue cuando interpretó al director de Frankenstein, James Whale, en la película Dioses y monstruos, por la que fue nominado al Óscar al mejor actor.
En 2000 aceptó trabajar en la trilogía de El Señor de los Anillos, interpretando al mago Gandalf, papel por el que también recibió una nominación al Óscar al mejor actor de reparto. En 2011 volvió a rodar como el mago Gandalf en las películas de Peter Jackson basadas en El hobbit.
Durante unos años trabajó en el cine en películas como la trilogía de X-Men, de Bryan Singer y Brett Ratner, basado en las famosas historietas del mismo título, interpretando al famoso villano Magneto; también en El código Da Vinci (2006) de Ron Howard, basada en el libro de Dan Brown, interpretando a Leigh Teabing, un hábil y obsesionado historiador.
Tras la muerte del actor irlandés Richard Harris, se le ofreció el papel de Albus Dumbledore en la serie de películas de Harry Potter, pero lo rechazó ya que no quería mezclar su papel de Gandalf con el de Dumbledore, por lo que el papel pasó al actor Michael Gambon.
En 2006, el Festival Internacional de Cine de Berlín le entregó un Oso de oro honorífico por toda su carrera. En 2009 se le concedió el Premio Donostia, premio a toda la carrera concedido en el ámbito del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

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